Crisis económica y respuesta popular - Diagonal nº 100

 

 

A continuación publicamos el artículo elaborado por el ICEA para el número 100 del periódico Diagonal (17 de abril de 2009) en la sección de "En el alambre". Puede leerse también desde la página web de Diagonal pinchando aquí.

 

Crisis económica y respuesta popular

 

Lluís Rodríguez*

 

Seguramente uno de los aspectos de la crisis más controvertidos y debatidos son las respuestas que se puede dar a la misma desde la clase trabajadora organizada y los movimientos sociales. Las causas de la crisis son complejas pero están claras. Por una parte, una caída de la rentabilidad del capital productivo y un desplazamiento de las inversiones hacia un sector financiero desregulado y volátil. Por otra parte, ya en el Estado español tenemos una caída del salario real agudizada por el incremento salvaje de los precios, así como un crecimiento desproporcionado de un sector clave en la economía como es la construcción, fruto de una estructura productiva desequilibrada con ínfimo peso de la industria. Es en base a estos parámetros que se puede buscar una respuesta a la crisis.

 

Desde el Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión creemos que el ajuste de la crisis no tenemos que pagarlo los trabajadores. En esta línea lanzamos una serie de propuestas para resolver la crisis a nuestro favor, dirigidas a que sirvan de guía de acción para sindicatos combativos y movimientos sociales.

 

Tres tipos de medidas

 

De entrada creemos que, como afectados por la crisis, es necesario asesorarse bien y organizarse para hacer frente a las consecuencias de la crisis. La búsqueda de soluciones individuales y la división de los trabajadores sólo favorecen los intereses de los capitalistas. Nuestras propuestas se establecen en torno a tres ejes que podemos denominar como reformistas, progresivas y transformadoras para ser aplicadas según la correlación de fuerzas. Las medidas reformistas se plantean como una forma de poner en jaque al Estado, para que se posicione y se adopten medidas a favor de la clase trabajadora después de tantos años adoptándolas en su contra. Estas medidas persiguen la redistribución de la renta y el aumento de la protección social. Un ejemplo de medidas reformistas es incrementar los impuestos a los empresarios y a los ricos. Las medidas progresivas persiguen fortalecer la posición del movimiento obrero en general, y de los sindicatos asamblearios en particular, cuestionando las estructuras jerárquicas de las demás organizaciones sindicales y favoreciendo el funcionamiento mediante asambleas y con un control permanente de las bases. Un ejemplo de estas medidas sería la eliminación de las ETT y el establecimiento de bolsas de trabajo controladas por los sindicatos.

 

Por último, las medidas transformadoras van encaminadas a sustituir la gestión a manos de los capitalistas y del Estado por otra dirigida por los trabajadores y la sociedad. Un ejemplo de medidas transformadoras sería la ocupación y autogestión de empresas ante un cierre.

 

Nuestras propuestas así, se englobarían en seis ámbitos que consideramos fundamentales para plantar cara: libertad sindical, paro, control de precios, redistribución de la renta, recuperación económica y gasto público. Por último, entendemos que aunque es necesario hacer propuestas hoy para resolver la situación de la mejor forma posible para los trabajadores, la única forma de acabar con la explotación, las clases sociales y las crisis económicas, es acabar con el capitalismo. Por lo tanto, estas medidas progresivas y transformadoras tienen que ser impuestas a la patronal según la correlación de fuerzas, sin perder nunca de vista el objetivo final de sustituir el capitalismo por un sistema económico basado en la autogestión obrera y social.

 

*Lluís Rodríguez, del Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA). http://www.iceautogestion.org.