Artículo de Albert Noguera publicado en Publico en el que reflexiona sobre la necesidad práctica y ética de la limitación de los salarios altos. Sin igualdad no hay libertad ni justicia y mientras exista la propiedad privada la igualdad seguirá siendo una quimera.
En los últimos meses el gobierno ha impulsado una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional fortaleciendo la idea de que el salario no puede considerarse solo un mero precio de mercado, sino el sustento del trabajador y su familia. Sin embargo, si bien es un principio ampliamente aceptado que garantizar un salario mínimo es una cuestión de dignidad y justicia social, también debería serlo que la fijación de un Salario Máximo Interprofesional responde a la misma lógica.
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