"Anarcosindicalismo y Cooperativismo: un primer paso hacia la autogestión"
El pasado domingo 13 de noviembre tuvieron comienzo las decimosextas (XVI) Jornadas Culturales Libertarias, que tienen en ésta edición como objetivo llevar a cabo diferentes conferencias y proyecciones fílmicas relacionadas con la colectivización, el anarcosindicalismo y la lucha de la clase trabajadora. El primero de los eventos tuvo lugar en la Residencia Universitaria San Fernando, de la Universidad de La Laguna, al igual que lo harán el resto de actos, organizados por el sindicato CNT, y donde colaborarán tanto el ICEA (Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión) como la Asociación LGTB Algarabía.
En éste primer acto, el cual llevaba por título “Anarcosindicalismo y Cooperativismo: un primer paso hacia la autogestión”, el economista Lluis Rodríguez Algáns miembro del ICEA (Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión) realizó un minucioso análisis sobre los pros y los contras de la formación y autogestión de cooperativas, entre los que destacan como favorables la participación activa de todos los trabajadores y trabajadoras en la configuración y devenir de la cooperativa, así como una mayor maniobrabilidad para poder afrontar épocas de crisis, para las cuales se pueden tomar multitud de estrategias muy resolutivas. Mientras, entre las opciones desfavorables destacó que “es difícil conseguir que trabajadores de alta cualificación adopten posturas de igualdad salarial”, o el desprestigio social y mediático al que se enfrentan éste tipo de alternativas de tejido laboral, las cuales sólo representan actualmente el 3% del PIB del estado español. También alabó la importancia entre combinar la creación de cooperativas y la práctica del anarcosindicalismo, demostrado con mucha efectividad en cada uno de los casos en los que la CNT ha participado o llevado a cabo por alguno de sus militantes este tipo de prácticas laborales.
Tras la exposición de Lluis Rodríguez Algáns se abrió un intenso debate entre los allí presentes, enlazando con todo ésto ideas como la dificultad a la que se enfrentan los trabajadores y trabajadoras que se asocian para poder formar una cooperativa frente al modelo convencional de empresas, sobre todo PYMES, del tipo S.L. entre otros. No tanto por la dificultad, sino por las trabas burocráticas del propio estado, donde conformar una S.L. es más rápido, apróximadamente unos tres meses, frente a una cooperativa donde se puede languidecer el proyecto hasta en 3 años. Además, de tener que enfrentarse a una mayor dificultad para conseguir una posible inversión inicial que ayude a realizar los proyectos cooperativistas.
Otra de las trabas que se puede encontrar cualquier proyecto de cooperativa es a la inexistencia de ese 'mercado libre' del que tanto se habla, y nos encontremos con un 'mercado del político amigo', algo que Lluis resalta que “ésto no sólo ocurre en Canarias” sino también en otras partes del estado español.
Pese a ello se resaltaron algunos ejemplos que actualmente se llevan a cabo y están teniendo un gran éxito, entre los que se pueden destacar una cooperativa que trabaja en la creación de piezas y posterior montaje participando en la cadena de creación de vehículos de turismo, la cual incluso ha reconvertido parte de la producción a la creación y montaje de estructuras para la obtención de energías alternativas; o la reconversión de centros hoteleros obsoletos en centros residenciales para mayores y personas con dificultades específicas.
Son sólo algunos ejemplos de que pese a todo éste tipo de alternativas son posibles y viables, y que pueden llegar a conformarse como proyectos sólidos y de futuro tanto económica como socialmente, sentando unas bases más igualitarias y de mayor bienestar social que las practicadas por la abrumadora mayoría empresarial a cualquier nivel, local o global.