Seny i poca rauxa. Los catalanes reconquistan España

Gaspar F.*

Isidre Fainé en la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), Isaac Andik en el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y ahora Joan Rosell en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), junto a la abultada victoria de Convergència i Unió en las pasadas elecciones catalanas evidencian la influyente presencia catalana en el poder económico y político español.

El pasado 21 de diciembre fue elegido presidente de la patronal española CEOE Joan Rosell. Empresario catalán de ilustre linaje (hijo y sobrino de los promotores del Banco de Madrid) capitaneará la organización patronal española más importante durante los próximos años. Es el último en llegar pero no por ello menos importante catalán que ejercerá una importante cuota de poder entre las principales instituciones económicas de ámbito español. Aquella voluntad de los caciques locales catalanes de influir en el quehacer “nacional” se ha visto gratamente correspondida con la aplastante victoria de Joan Rosell (62,5% de los votos) en las únicas elecciones que ha tenido la CEOE a lo largo de su corta historia.

Independientemente del origen territorial de los previamente nombrados, nos encontramos eso sí, ante el reforzamiento de las organizaciones e instituciones que representan una nefasta noticia para los intereses populares y por ende de la CNT. Creo no errar al afirmar que nos enfrentamos con una serie de organizaciones empresariales capitaneadas por gente solvente y capaz de conseguir con una mayor facilidad sus objetivos. A pocos se nos escapa que la CEOE perdió gran parte de su legitimidad ante el gobierno, la oposición, los sindicatos y la mal llamada “opinión pública” cuando tenía como patrón de patronos a Gerardo Díaz Ferrán. Castizo donde los haya, sus intervenciones públicas eran muchas veces contradictorias con aquello que el empresariado declara públicamente. Pidió al Gobierno un “paréntesis” en el libre mercado para afrontar la crisis económica[1] en 2008 e incluso llegó a afirmar en medio de la crisis que estaba atravesando su grupo empresarial que “yo no hubiera elegido Air Comet para volar a ningún sitio[2]”. Las declaraciones altisonantes junto con su prepotencia en las declaraciones públicas parece que se eliminen con la elección de Joan Rosell. Ello no significa en modo alguno que los trabajadores estemos ante un menor peligro en cuanto al recorte de derechos laborales se refiere. Más bien todo lo contrario.

Como ejemplo de lo que nos puede venir entre otros aspectos en materia laboral, solo hace falta ver lo sucedido en lo que al sector financiero español se refiere. Si se observan la importancia de las reformas llevadas a cabo por el presidente de la CECA (Isidre Fainé) en los últimos meses, nos podemos dar una idea de lo que puede significar la llegada de Joan Rosell a la CEOE o la victoria de CiU en las elecciones catalanas. Sin mucho ruido pero con una rapidez y contundencia inusuales se ha realizado el mayor cambio en la estructura financiera española de las últimas décadas. Fusiones de cajas de ahorro por doquier junto con la más que probable conversión de multitud de cajas de ahorro en bancos posibilitando la capacidad de recapitalización de las mismas son algunos de los cambios auspiciados por dicho financiero catalán. Otro ejemplo lo tenemos en Isaac Andik presidente de la empresa textil Mango, uno de los principales accionistas del Banc Sabadell y Presidente del influyente Instituto de la Empresa Familiar. El mismo, a raíz de unas declaraciones donde afirmaba que los nuevos funcionarios deberían poder ser despedidos junto con el hecho de relacionar los salarios de los empleados públicos con la “productividad”[3] consiguió que el gobierno se plantease abiertamente ligar los salarios de los empleados públicos a la productividad[4].

En los próximos meses nuevas reformas legislativas volverán a ser llamadas de nuevo. Ejemplos de ello lo tenemos en la reforma de las pensiones, donde entre las medidas más destacadas a realizar estará el alargamiento de la edad de jubilación hasta los 67 años y el recorte de las cuantías de las pensiones. Otro ejemplo lo encontramos en los servicios públicos, donde ya el elegido presidente de la CEOE declaró en su primera intervención que hay que “salvar el Estado del Bienestar con todas las reformas necesarias postergando el bienestar del Estado[5]”. Las reformas en el ámbito laboral continuarán y se harán necesarias para los intereses empresariales y por ende de las diferentes Administraciones Públicas. Citar la imprescindible reforma de la negociación colectiva, donde se va a favorecer aún más los intereses empresariales en detrimento de los sindicales (CCOO y UGT) a la vez que se cierne sobre las cabezas de toda la clase trabajadora una ley de huelgas relacionada sobretodo con los servicios públicos. En relación a este último punto, no hay que olvidar que como presidente de la patronal catalana Foment del Treball Nacional, Joan Rosell fue uno de los primeros en defender una ley de huelgas[6], donde evidentemente se restrinjiría aún más el ejercicio de ese derecho. Quizás con este  creciente recorte de derechos laborales lo único que se consiga y muy a su pesar, es entrar en dinámicas cada vez más crecientes de ruptura de la mal llamada paz social.

Si el enemigo se rearma con sus mejores cuadros, la CNT-AIT afortunadamente no se queda atrás. En el recientemente celebrado X Congreso la organización se va a dotar de mejores mecanismos a nivel interno, potenciando la más que necesaria coordinación en el ámbito sindical, fortaleciendo la presencia del sindicato en sectores productivos donde ya está presente, como la distribución minorista (supermercados y grandes almacenes), los servicios públicos, el sector aeroportuario, la hostelería, la arqueología, la enseñanza, la limpieza, la sanidad o los transportes,...

Somos muchos, los que humildemente creemos que vienen tiempos difíciles,... tiempos de guerra. Poco a poco, este sindicato quizás vuelva a tener la importancia que antaño tuvo sobre la piel de toro. En este X Congreso se ha recobrado, después de muchos años, el mismo camino que nuestro directo enemigo: el esfuerzo colectivo, el trabajo bien hecho y el seny. Quizás no el seny propiamente catalán, sino simplemente el juicio que es lo que al fin y al cabo significa seny en catalán.

*miembro de la CNT-AIT de Barcelona y del ICEA.