Libro recomendado: “Ajuste y Salario: Las consecuencias del neoliberalismo en América Latina y Estados Unidos”

Ajuste y Salario: las consecuencias del neoliberalismo en América Latina y Estados Unidos

 

El reconocimiento de la crisis económica actual, la cual emergió en los Estados Unidos en forma de crisis financiera durante el verano de 2007 y que rápidamente se universalizó a través de la tupida red de interconexiones financieras mundiales, ha dado lugar a una gran multitud de obras económicas que pretenden dar explicación de sus causas y evolución, así como poner sobre la mesa soluciones a la misma.

 

No obstante, la gran mayoría de estas obras resultan ser insuficientes al estar desprovistas de un estudio de la dinámica histórica del propio sistema económico capitalista. Si bien nos permiten arrojar luz sobre algunos aspectos parciales de la actual crisis, como puede ser la compleja composición de los paquetes financieros que se han distribuido por todo el sistema financiero o el número de agentes económicos implicados en los procesos especulativos, no nos permiten estar en condiciones de visualizar la interconexión de elementos que han motivado en última instancia el surgimiento de misma.

 

Visto en Pijus Economicus

 

Ajuste y Salario, sin embargo, y a pesar de que su proceso de elaboración es previo a los acontecimientos más inmediatos, nos ofrece la oportunidad de comprender de forma mucho más nítida, precisa y completa las causas subyacentes de la actual crisis económica.

 

Esta investigación colectiva es producto de la confluencia intelectual de ocho jóvenes integrantes del programa de doctorado de Economía Aplicada I de la Universidad Complutense de Madrid, y está prologada por Xabier Arrizabalo, profesor titular del mismo departamento y también, según reconocen ellos mismos, inspiración intelectual y personal de los autores.

 

Estos investigadores han conseguido en esta obra revelarnos la naturaleza y consecuencias de los cambios más importantes que han tenido lugar en la economía mundial en las últimas décadas, así como quiénes los han motivado y porqué. No obstante, sus enseñanzas se extienden mucho más allá de la comprensión de estos fenómenos recientes, abarcando todo un espectro de aspectos y consecuencias a corto y largo plazo de la dinámica capitalista.

 

Ajuste y Salario trabaja con la hipótesis de que los cambios económicos acometidos desde la década de los setenta han sido en última instancia el resultado de las presiones del capital ante la necesidad de recuperar una rentabilidad en retroceso desde finales de la década de los sesenta. Es decir, desde el punto de vista de esta investigación, la aplicación de las políticas económicas neoliberales habría tenido como objetivo principal la reconfiguración –el ajuste- de las relaciones entre capital y trabajo (entendidas en sentido amplio) en el conjunto de la economía mundial en su conjunto, de tal forma que el capital encontrara a partir de ese momento aún más rentable la actividad económica y, por extensión, un mayor grado de crecimiento económico.

 

Los autores admiten que dicho ajuste ha sido relativamente exitoso al conseguir su objetivo fundamental y restablecer los niveles de rentabilidad hasta niveles suficientes para incentivar el crecimiento económico. Un vistazo a las gráficas que reflejan la evolución de la tasa de ganancia para los principales países desarrollados revela cómo el estancamiento de las mismas en los años sesenta es superado con creces en los años posteriores. No obstante, y como señalan acertadamente los autores, es necesario relativizar el éxito de dicho proceso. Y es que incluso desde las coordenadas ideológicas neoliberales hay algunos aspectos que quedan en entredicho.

 

En primer lugar, el crecimiento económico es cada vez más débil y no consigue recuperar los niveles anteriores a la crisis de los setenta. Así, mientras que entre 1950 y 1973 el crecimiento medio anual de los países OCDE era del 4’9% del PIB, entre 1974 y 1979 fue del 3’4%; entre 1980 y 1990 fue del 2’9%; entre 1990 y 2000 del 2’6%; y entre 2000 y 2005 se situó en el 2’0% (pág. 32). Pero además este crecimiento económico cada vez está menos vinculado a la evolución de la inversión productiva, cuya tendencia con respecto al PIB revela cada vez menores tasas.

 

En segundo lugar, el carácter permanente del ajuste. Las dificultades para mantener el sostenimiento de la rentabilidad han obligado a las reformas neoliberales a “actualizarse” continuamente, siempre en el mismo sentido y buscando permanentemente una nueva vuelta de tuerca. En definitiva, si bien la rentabilidad se ha podido recomponer, no ha sido posible recuperar los ritmos de acumulación suficientes para mantener aquella en niveles suficientes. Para evitar una crisis permanente, se ha hecho necesario mantener el ajuste continuamente en el tiempo, mientras que los costes del mismo han recaído siempre sobre los trabajadores.


Como señalan los autores de Ajuste y Salario, las formas en las que se puede materializar el ajuste varían en función de la ubicación y el ámbito de aplicación, a pesar de lo cual, y siguiendo a Sebastian Edwards, habría cinco ejes principales a través de los cuales se podría aplicar: el ajuste fiscal, haciendo más regresivos los sistemas impositivos mediante aumentos de la base imponible o reducción de tipos; la liberalización comercial, reduciendo las barreras comerciales; las reformas del sector financiero, liberalizando y desreglamentando; las privatizaciones, transfiriendo empresas y servicios de naturaleza pública a manos privadas; y la desregulación laboral, flexibilizando las normas de contratación y posibilitando nuevas formas de relaciones entre empresarios y trabajadores.

 

La relación salarial

Es en esta última forma de aplicación del ajuste en la que concentran su atención los autores de esta investigación, centrándose particularmente en la relación salarial. Para ellos el salario refleja el resultado de la permanente pugna por el reparto del excedente económico, y es central como determinante de la dinámica del sistema económico capitalista. No obstante, el salario, advierten los investigadores, debe ser comprendido aquí en su concepto amplío, es decir, integrando no sólo el salario directo sino también el indirecto (resultado de aquellos otros bienes y servicios públicos cuyos precios se sitúan por debajo de los del mercado) y el diferido (las pensiones y las prestaciones por desempleo, por ejemplo).

 

Con estas premisas, a lo largo de toda la obra viajaremos desde el análisis abstracto de las estrategias neoliberales y de sus consecuencias mundiales hasta el concienzudo estudio de las realidades económicas concretas y la aplicación de las reformas en Argentina, Brasil, Bolivia, Guatemala, Venezuela y los Estados Unidos. El riguroso estudio de estos casos particulares contribuirá decisivamente a demostrar que la hipótesis de trabajo queda validada y que la regresión social, particularmente en términos de salarios, ha sido patente en las últimas décadas.

 

Así, la investigación revela que desde la década de los ochenta los salarios directos han descendido en todos los países de estudio a excepción de los Estados Unidos. En este país, sin embargo, el ligero crecimiento de los salarios directos contrasta con el mucho más importante crecimiento económico del país, de tal forma que los investigadores permiten concluir que los salarios aquí también sufren un retroceso relativo.

 

Los autores recuerdan incesantemente la importante dificultad que supone valorar y cuantificar la regresión social en términos que van mucho más allá de la evolución cuantitativa de los salarios directos, pero insisten en la necesidad de incluir en su análisis esta perspectiva. Sólo así, explican, se puede hacer una idea precisa de cómo los trabajadores han perdido de forma importante sus anteriores posiciones dentro del marco económico.

 

Precisamente este enfoque ha permitido a los investigadores percibir cómo tanto el salario indirecto como el salario diferido han sufrido un notable deterioro como resultado de la aplicación de las políticas neoliberales. Los procesos de privatización han desmantelado parte de los servicios públicos ofrecidos a los trabajadores, mientras que los procesos de liberalización de determinados mercados (como el de vivienda) han afectado muy negativamente a las condiciones de vida de los mismos. Además, el incremento de la informalidad y la precariedad en la mayoría de los países estudiados es notable, a pesar de las deficiencias estadísticas existentes, tal y como detalladamente se analiza en los capítulos correspondientes.

 

Los Programas de Ajuste Estructural

En particular, y a lo largo de los capítulos dedicados a los países latinoamericanos, los autores de Ajuste y Salario han estudiado el papel crucial de las Instituciones Financieras Internacionales (IFI), concluyendo que los Programas de Ajuste Estructural (PAE) han sido un “conjunto de medidas encaminadas a recomponer el reparto del excedente económico entre capital y trabajo, a favor de las rentas del capital, con la finalidad última de recuperar los niveles de rentabilidad empresarial” (pág. 38). En todo caso, se insiste en que los PAE no son sino una forma más de materializar el ajuste, añadiendo que éste ha podido realizarse, como ha ocurrido en los Estados Unidos, sin necesidad de que existiese un programa de esta naturaleza en marcha.

 

Y mientras en los últimos años los salarios han retrocedido o, como en el caso de Estados Unidos, se han estancado, las ganancias empresariales han crecido de forma extraordinaria. Como resultado, las desigualdades no han hecho sino incrementar y, como señalan los autores, “la distribución funcional de la renta en las economías centrales ha seguido una evolución caracterizada por un progresivo empeoramiento en las rentas del trabajo” (pág. 46).

 

El análisis de esta dinámica reciente de la economía capitalista y sus efectos en materia de desigualdad y pobreza permiten comprender, como anuncian acertadamente los autores, los cambios políticos más recientes en América Latina y el surgimiento de movimientos contestatarios a las doctrinas neoliberales y a sus representantes en los partidos políticos e instituciones. Por lo tanto, no es exagerado afirmar que cualquier opinión sobre la coyuntura política actual latinoamericana debería pasar antes e inevitablemente por el recorrido y análisis pormenorizado de Ajuste y Salario.

 

Por otra parte, como se analiza en el capítulo referido a la economía estadounidense, la mayor facilidad actual para realizar actividades en el mercado financiero, y que además resultan ser mucho más rentables que en el ámbito productivo, han desvirtuado la propia naturaleza del sistema financiero y han afectado al ritmo de acumulación capitalista por esta vía. De esta forma, los autores nos proporcionan la posibilidad de entender mucho mejor las raíces de la actual crisis económica mundial.

 

La función primordial que ha realizado tradicionalmente el sistema financiero dentro del sistema económico capitalista es la de canalizar los recursos ahorrados por los agentes económicos con superávit hacia las empresas que quieren invertir o hacia los hogares que quieren consumir por encima de sus recursos propios. Sin embargo, los cambios que el neoliberalismo ha acometido en la configuración de la economía mundial, y cuyas razones es el quid de Ajuste y Salario, han provocado una serie de transformaciones que han desvirtuado esta función.

 

Una de las transformaciones fundamentales de las últimas décadas y que están estrechamente vinculadas con la reciente crisis económica es el crecimiento extraordinario de los inversores institucionales (fondos de pensiones, fondos de inversión, compañías de seguros), que se caracterizan por recoger capitales de otros inversores institucionales, fondos colectivos o particulares y destinarlos al mercado financiero en busca de espacios donde puedan revalorizarse.

 

En particular los fondos de pensiones reflejan a la perfección el vínculo existente entre la regresión social en términos de salario, la distorsión del mercado financiero y el incremento de la inestabilidad económica mundial. Estos fondos son el resultado de las privatizaciones parciales o totales de los planes de pensiones públicos y de las menores contribuciones a los mismos como consecuencia de los menores salarios directos propios de las últimas décadas. Su evolución es paralela al desmantelamiento del Estado del Bienestar y de los espacios públicos en su totalidad. Es decir, son el resultado más evidente del retroceso del salario diferido y directo tal y como lo señalan los autores de Ajuste y Salario.

 

En tanto que agentes financieros que buscan revalorizar sus capitales en los mercados financieros, los fondos de pensiones han contribuido a modificar la naturaleza de las empresas capitalistas. Dado que uno de los mercados financieros donde estos agentes financieros invierten capital en busca de su revalorización es el mercado bursátil, donde se venden y compran acciones que otorgan derechos sobre la propiedad de las empresas, una nueva lógica ha inundado la actividad de las mismas. Más preocupadas por la creación de valor bursátil, a través de las presiones de sus accionistas, que por las estrategias productivas a medio y largo plazo, las empresas que cotizan en bolsa han quedado bajo el dominio de lo financiero. Es uno de los rasgos de lo que se ha conocido, y que los investigadores de Ajuste y Salario analizan de forma muy precisa en los capítulos dedicados a las economías de Estados Unidos y Brasil, como financiarización.

 

De esta forma las conexiones entre la inestabilidad financiera, donde los agentes financieros se mueven de una posición a otra buscando mayor rentabilidad y despreocupándose por los efectos en el ámbito productivo, la desinversión productiva consecuente que afecta negativamente al ritmo de acumulación y la regresión social en términos de salario se visualiza a la perfección en este análisis.

 

Consecuencias y conclusiones

Todo ello nos permite comprender cómo las reformas neoliberales han tenido importantes consecuencias no sólo en el ámbito de la relación salarial, que es el pilar central de Ajuste y Salario, sino también en el resto de ámbitos de la economía capitalista. Y las consecuencias han sido de tal magnitud que los procesos de reconfiguración de la economía mundial han sido el germen de la actual crisis económica, lo que viene a demostrar que la salida a la crisis estructural de los años setenta ha sido, además de regresiva, en falso. Sin duda es algo que los autores ya anticipaban a la hora de escribir esta obra, y que se visualiza de forma explícita en una de las preguntas que lanzan al término de la misma: “¿Es el ajuste sobre el salario una vía que está permitiendo al capitalismo superar su crisis actual?” (pág. 244)

 

En definitiva, Ajuste y Salario es una obra perfectamente estructurada, clara y rigurosa. Nos permite comprender con facilidad los cambios recientes en la dinámica capitalista, mientras que paralelamente nos ilumina con análisis pormenorizados y críticos. Y ese tal vez sea uno de los aspectos más meritorios de esta investigación colectiva: ser un documento heterodoxo y profundamente crítico con la teoría económica convencional.

 

Y es que desde que el neoliberalismo se convirtió en la ideología hegemónica prácticamente en todas las partes del mundo, el pensamiento único se ha impuesto en el ámbito académico y científico con una fuerza extraordinaria. El desprestigio de las alternativas económicas y el ascenso al poder de partidos políticos de inspiración neoliberal, así como la conversión de la mayoría de los partidos socialdemócratas, han contribuido a cercar todo pensamiento crítico y a marginarlo no sin antes denostarlo públicamente.

 

Por ello, que jóvenes investigadores provenientes de movimientos estudiantiles y sociales contestatarios elaboren y publiquen una obra tan rigurosa, completa y clara es motivo de alegría y esperanza para toda una sociedad que día a día, tal y como revela precisamente este mismo estudio, sobrevive en peores circunstancias económicas y sociales.

 

La reafirmación de una economía crítica verdaderamente alternativa a la teoría económica convencional, la cual se muestra incapaz de explicar la realidad económica actual en su amplitud, es un paso necesario que estos autores han dado sin tapujos. No en vano, los investigadores llegan a afirmar que “la economía crítica, que con toda su heterogeneidad se reclama este trabajo, considera que la sociedad capitalista está formada por clases sociales en permanente conflicto” (pág. 242). Desde este enfoque explícito, sin duda ideológico –como igualmente ocurre con la teoría económica ortodoxa- han podido elaborar una explicación certera y clara de nuestra historia económica reciente, revelando las tendencias que seguirá la dinámica capitalista y sugiriendo implícitamente vías alternativas de actuación económica y política.