Sábado por la noche, como noche en Barcelona, las calles, el bullicio de la gente, grupos de amigos que salen a divertirse, familias disfrutando de paseos por la ciudad… Sábado por la noche, la misma noche queda truncada. El Raval, barrio de Barcelona donde esa noche hay una pelea, discusión que dura varios minutos como cuenta uno de los testigos que estaba presente, los motivos los desconozco, una pelea como las muchas que hay cuando dos personas no opinan los mismo, discrepancias o vete tú a saber, pero una discusión en la que esas dos personas consiguieron terminar entablando una conversación.
Ante los gritos durante el conflicto, los vecinos en alerta avisan a los mossos d’Esquadra, los mossos cuando llegan al lugar, separan a las personas que allí estaban presentes, ante la atenta mirada de los pocos testigos que allí había, algunos en la calle y otros desde los balcones de sus casas.
Cuando las fuerzas de seguridad intentan identificar a una de ellas, ven que no está documentado, esa misma persona, esa persona que no sabía lo que le estaba deparando el destino, avanza a pasos lentos, cuando sin esperarlo recibe un golpe por la espalda; asustado sin entender que es lo que está pasando se encuentra con 8 mossos más encima de su cuerpo, golpeándole sin miramientos,sin piedad, ejerciendo una vez más la brutalidad policial, haciendo uso de poder y maltratando a una persona que ya había sido reducida. Los golpes no cesan, los vecinos gritan desde sus balcones pidiendo que paren, pero no es suficiente. Medio inconsciente lo introducen en el coche, ensangrentado, indefenso. Los testigos dicen que ellos, esos mossos con rostro sin signos de preocupación, con cara de estar ya acostumbrados a este tipo de circunstancias, avisan a los servicios sanitarios.
Tras media hora o quizás más tiempo de reanimación se llevan a la víctima al hospital Clínic. Mossos que no quieren testigos, miran de un lado a otro, retiran a la gente que estaba viviendo esta situación tan desagradable. El resultado: una víctima. La calle ensangrentada pero las pruebas no durarán mucho, uno de ellos, con una botella de agua intenta limpiar los restos de sangre que quedan en la acera tras la brutal paliza. Queda el resultado de la autopsia, ahora los mossos d’Esquadra abrirán investigación sobre el posible asesinato de un hombre a manos de los mossos d’Esquadra.
Curioso cuanto menos.
Sábado por la noche, el lugar donde sucede esta pesadilla vuelve a la normalidad, la vida continúa, las familias pasean, los grupos de amigos se divierten mientras en este mundo inhumano, este mundo donde reina la violencia, donde reina la impunidad contamos con una vida menos.
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