El pasado jueves 11 de noviembre tuvo lugar en el Edificio Sindical de Jerez una conferencia de Luis Baños, miembro del Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA), con el título de “La crisis económica desde una perspectiva libertaria”, dentro de una semana cultural organizada por la CNT local.
El ponente, a modo de introducción, habló de los orígenes de la crisis financiera en los Estados Unidos y de su transmisión internacional y a la economía real, para centrarse a continuación en su impacto en el Estado español, agravado por la presencia en nuestra estructura económica de factores como la hipertrofia del sector de la Construcción y el alto endeudamiento para alimentarlo que ha hecho a nuestro país muy vulnerable a los sobresaltos financieros mundiales.
Expuso que el mayor golpe de la crisis lo han sufrido las clases populares, que han visto afectadas muy negativamente sus condiciones de vida: aumento desbocado del desempleo (sobre todo entre los trabajadores no cualificados y en las franjas de edad y género que mayores ingresos aportaban a las economías familiares) y reducción del poder adquisitivo y del consumo, poniendo en peligro incluso la capacidad de hacer frente a la satisfacción de necesidades básicas de las capas más desfavorecidas, fundamentalmente la vivienda (se dispara la morosidad y crece el número de desahucios).
Baños comentó que las medidas de ajuste presentadas por el gobierno se han enfocado a privilegiar la ayuda al sector financiero y a los grandes capitales al tiempo que, desde principios de año y mucho más a fondo a partir de mayo, se han dirigido a exprimir a los sectores populares en todos los ámbitos: aumento de la edad de jubilación, congelación de las pensiones, reforma laboral, subida de impuestos sobre el consumo…
Criticó la sumisión del gobierno español a los dictados de las instituciones de crédito internacionales y la enorme dependencia exterior creada a lo largo de los años previos a la crisis, durante el espejismo del “milagro económico español”. En ese sentido, hizo alusión a la hipocresía del Partido Popular, dado que aunque fue durante los periodos de gobierno de Aznar cuando se profundizó el modelo productivo que ahora ha entrado en bancarrota, responsabiliza de la crisis al PSOE y ataca las políticas gubernamentales, cuando lo cierto es que apoya el sentido de las medidas e incluso le gustaría que fueran más lejos, sólo que utiliza la crisis económica como un elemento más dentro de su estrategia de desgaste del gobierno de cara a las elecciones.
Por último, en el plano de las alternativas, apuntó que era una necesidad imprescindible que los trabajadores, para no seguir perdiendo terreno durante esta ofensiva de los de arriba, recurrieran a sus herramientas de defensa: la organización de clase y la movilización, defendiendo mediante ellas el reparto del trabajo y avanzando hacia la socialización de la riqueza, un trato digno a nuestros mayores y unos servicios públicos de calidad y bajo control popular. Citó algunos ejemplos de respuestas de clase frente a la crisis y animó a tomar nota de la resistencia mostrada en Francia o en Grecia contra los ajustes neoliberales.
El acto contó con la asistencia de numerosas personas comprometidas con la organización de los trabajadores, la cultura popular o el ecologismo y eso se reflejó en las inquietudes que se expresaron tras la exposición y el alto nivel de debate que se generó en torno a cuestiones de tan candente actualidad como el llamado rescate financiero a Grecia y la posibilidad de que se extienda a más países de la periferia europea; el papel creciente de las economías emergentes (especialmente de China) en el mercado mundial; la formación del G-20 y su incapacidad para evitar que cada Estado trate de salir de la crisis por su cuenta y a costa de sus competidores sin comprometerse con una estrategia global de conjunto; los desafíos que presenta la crisis ecológica; la reforma de la negociación colectiva; el trabajo en los barrios para recuperar el tejido social que tiende a romper la avalancha neoliberal o la necesidad de fortalecer la solidaridad internacionalista con los pueblos del mundo para hacer frente al capital globalizado.
Los asistentes salieron del acto con una idea más clara de los orígenes y las responsabilidades de la actual crisis económica y cargados de argumentos para hacer frente a la avalancha mediática que nos dice que la tenemos que pagar los de siempre.