Este artículo publicado en el Periodico Diagonal, explica la sentencia del Constitucional, que limita el alcance de las prácticas de subcontratación.
La descentralización productiva se ha convertido en una manera fácil y barata de flexibilizar las condiciones laborales y empujar a la indefensión a los trabajadores, en el marco de relaciones enmarañadas entre empresas principales, subcontratistas, Empresas de Trabajo Temporal, falsos autónomos, grupos de empresas, etc.
En este contexto se ha desarrollado el siguiente episodio: 26 trabajadores de la empresa subcontratada Unigel, que prestaban sus servicios en el centro de trabajo de la empresa principal Samoa Industrial iniciaron en 2005 una huelga e interpusieron una denuncia ante la Inspección de Trabajo, reivindicando sus legítimos derechos. A raíz de estos hechos, Samoa Industrial rescindió su contrato mercantil con Unigel, quien procedió al despido de los trabajadores [...].
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