Jornadas Ecologia y Empleo. Crónica y video

 

 

 

En el video que os presentamos a continuacion, contamos con la intervención de Yayo Herrero. Ella es miembro coordinadora de Ecologistas en Acción.


En el marco de las jornadas organizadas por Ecologistas en Accion, Ecologismo y Empleo, Yayo nos habló de la vorágine destructiva que representa el capitalismo moderno, y que se presenta en forma de explotación tanto de las personas como del medioambiente.


El capitalismo le ha declarado la guerra a los cuerpos y a la naturaleza, porque presenta constantemente elementos que impiden que el mantenimiento de la vida pueda conservarse.

 

La economia neoclasica, reduce el concepto valor al concepto de precio. Pero muchos de los procesos imprescindibles para la vida, no pueden ser expresados en terminos dinerarios. La capa de ozono, la fertilidad del suelo, la calidad de vida, son elementos de vida digna no cuantificables monetariamente, y en este sentido, cuanto mas crece la produción monetaria basada en la explotacion del trabajo , mas crecen los efectos colaterales del daño al medioambiente, si no se plantean alternativas ecologicas consecuentes.

 

Esta idea nos lleva necesariamente a la aparente incompatibilidad entre sindicalismo y ecologismo . Pero si investigamos las raíces del sindicalismo en su posición respecto a la ecología, podemos decir que el movimiento obrero se rebelo contra la polucion, la contaminacion, y se preocupó por arrancar de la esfera monetaria las cuestiones de la reproducción social.

 

Razón por la cual desde la ecología se sostiene que el mercado capitalista es un iceberg, donde por debajo y sosteniéndolo, se encuentra una incautacion de horas de trabajo “domestico” (con lo que, y sin ánimo de repetirnos, la dicotomía entre produccion y reproducción, no tiene en cuenta otras tareas importantisimas no remuneradas y no consideradas trabajo) y de recursos naturales.


Según Yayo el sindicalismo tiene la tarea de realizar un ejercicio de responsabilidad, basado en dos cuestiones:


La primera, en no ser utilizado, a través de la neolengua puesta en marcha por el capital, que se apropia de conceptos que nada tienen que ver con la etimología propia de las palabras. Como efecto de ello se constata que el modelo capitalista desplaza ideológicamente, el peso desde la fuerza de trabajo a la nocion de empleo. Cuando nos referimos a la creación de empleo debe tenerse muy en cuenta que lo que determina la fuerza productiva es la del trabajo en sí mismo, no la capacidad que tengan los inversores capitalistas en “crear trabajo”.

 

En relación a elllo, en el proceso de la burbuja inmobiliaria el empleo fue la excusa que justificó la construccion de grandes infraestructuras, corrompidas por procesos de sobornos,y de transferencias de dinero publico, que se han mostrado en muchos lugares inútiles debido a su infrautilización, y alejadas de las necesidades reales de la sociedad, con todo lo que el coste medioambiental representa.


La segunda cuestión es que aparte de luchar por la sangría en derechos y condiciones de vida, es necesario según Yayo levantar la cabeza. No se puede legitimar por parte del sindicalismo, en muchos casos, la expropiación de recursos mediambientales, destruyéndolos sin más, recurriendo al circulo vicioso contínuo y justificador del empleo, sin plantear alternativas ecológicas y sociales que sean sostenibles.




Para escuchar el audio pulsar akí