Investigadores del Political Economy Research Institute, departamento de la Universidad Amherst de Massachusetts, presentan un estudio donde afirman que si el gasto destinado por el gobierno norteamericano a defensa fuese destinado a otros sectores como a sanidad, educación o preservación de la naturaleza, el número de empleos que se generasen podrían duplicarse.
La guerra de Irak es un desastre moral y estratégico. Pero una cuestión que se obvia es el impacto que ésta tiene realmente en la economía estadounidense. En la primera publicación, de una serie que trataran esta problemática, Robert Pollin y Heide Garrett consideran el impacto que tiene el gasto militar en contraposición a aquel que podría tener si fuera destinado a sectores públicos como la educación o la sanidad.
Para leer el estudio (en inglés), pinchar aquí.