Si bien es cierto que la subida de la bolsa ha sido impulsada por las reformas económicas estructurales, la política monetaria expansiva del Banco de China, la unificación de los mercados de Shanghái y Shenzhen, y la participación de nuevos inversores domésticos sin cultura financiera, la salida de capitales provinientes el mercado inmobiliario ha añadido un fuerte componente especulativa a la Bolsa.
En este sentido China ha llevado importantes inyecciones de dinero en todo lo relacionado con la construcción de infraestructuras, como AVE's, Congresos, Aeropuertos, y construcción de viviendas por encima de la capacidad de absorción vía consumo por parte de la población, que hacen recordar por momentos la burbuja inmobiliaria española.
Y ha sido ese desinflamiento de la burbuja inmobiliaria la que ha alentado en una parte las cotizaciones en Bolsa, último refugio de los especuladores que esperan encontrar mayores retornos.
A pesar de ello, el proceso de crecimiento económico de carácter endógeno que se esta produciendo en china, choca en cierta manera con el sector exportador, que desde el 2006 y con algún repunte entre medias, sigue bajando ligeramente. La demanda de materias primas sigue también bajando, el precio del petróleo en parte por la caída de la demanda china además de la sobreproducción en EEUU, y las emisiones de CO2 también han caído y no precisamente por cumplir con los requisitos de sostenibilidad industrial, algo que China se lo pasa por el forro cuando le conviene o no.
La justificacion para las autoridades chinas es que su modelo de crecimiento basado en la industrialización a toda costa —y sus consecuencias en el medio ambiente y en la calidad de vida de los ciudadanos— cada vez despierta más recelos en la misma clase media que ese modelo ha contribuido a crear. La "nueva normalidad", en palabras del presidente chino Xi Jinping, se basa en un crecimiento "más moderado" y "basado no en las materias primas y la inversión sino en la innovación".
Después de todo esto, solo cabe preguntarse si lo ocurrido en Bolsa es solo un ajuste, o por el contrario marca la senda de una posible crisis China.
En el artículo que os presentamos a continuación se analiza minuciosamente la última etapa expansiva inmobiliaria en China, que comenzó a partir del 2008 con los megaestímulos fiscales estatales y que parece estar desinflándose a día de hoy, de ahi las medidas que está tomando el Gobierno China de comprar viviendas para añadirlas al parque publico a precios más moderados que puedan ser absorbidos por nuevos propietarios, apaciguando las inmensas perdidas de los promotores.
El articulo fue escrito a finales del 2012 por David, en plena escalada especulativa.
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