El jueves 22 de octubre el ICEA llevó a cabo una nueva charla-debate titulada “Crisis y Organismos internacionales” en la sede social de Agermanament organizada conjuntamente con el Centre d'Estudis Joan Bardina. En ella, Lluís Rodríguez, miembro del ICEA, nos aproximó a la realidad de la crisis a nivel internacional.
Ante la presencia de una quincena de personas, el instituto analizó las causas históricas fundamentales del subdesarrollo de los países del sur, esto es, el colonialismo, el imperialismo y la dependencia económica, para situarnos en los dos problemas básicos actuales: el subdesarrollo estructural y la crisis económica y alimentaria.
Las causas de la actual crisis en esos países se pueden buscar en la caída de la tasa de ganancia a nivel mundial y la desregulación financiera. En este sentido, según el instituto, se auguran varios posibles escenarios futuros, “aunque lo dificil es determinar realmente en cual nos encontramos “:
Como consecuencia de las crisis económicas al mismo tiempo se aceleran las crisis alimentarias que han debilitado las estrategias de supervivencia de los pobres. Esta recesión que afecta a gran parte del mundo de forma simultánea, dificulta aplicar políticas económicas especificas y la ayuda de unos países a otros. Por otra parte la mayor integración en estos últimos 20 años en la economía mundial (a nivel financiero y comercial) les hace más vulnerables a las fluctuaciones de los mercados internacionales, desarrollando una economía informal y de menor gasto social por parte de los gobiernos.
Para hacernos una idea real de la situación en la cual nos encontramos, el ponente hizo uso de estadísticas oficiales: 1 020 millones de personas pasan hambre en 2009, según el último informe de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Por otro lado, el número de trabajadores pobres, es decir, personas que no ganan lo suficiente para mantenerse a sí mismos y a sus familias por encima del umbral de la pobreza, puede aumentar hasta alcanzar un total de 1.400 millones, lo cual representaría el 45% de los trabajadores mundiales según la nada revolucionaria OIT.
Durante la conferencia se comentaron también las propuestas hechas por el Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial y más extensamente por la Organización Internacional del Trabajo, la Confederación Sindical Internacional (socialdemócrata), la Federación Sindical Mundial (comunista) y la Asociación Internacional de los Trabajadores (anarcosindicalista).
Asimismo se barajaron posibles opciones con el objetivo de sacar de la pobreza y la desigualdad a los países del sur en base a tres aspectos fundamentales según el ponente: la satisfacción de las necesidades y un desarrollo a escala humana, el desarrollo de un modelo productivo de propiedad social, cooperativo y autogestionario, y el desarrollo de un modelo autocentrado pues es necesario producir para las necesidades de la población de un país y no para la exportación exclusivamente.
Finalmente se realizó un debate abierto, en el que se abogó por superar el marco económico capitalista, a través una verdadera salida humana, justa y autogestionada. Entre los temas del debate se trató el saber cuando un sistema económico está agotado y puede haber un cambio. Las respuestas iban en la linea de evidenciar la dificultad de saberlo pues muchas veces un cambio obedece a contradicciones internas del sistema y en ocasiones a necesidades de la clase dirigente, como puede ser el paso del feudalismo al capitalismo. También se explicó que en ocasiones se produce un cambio en la gestión del sistema económico y social como por ejemplo el paso de gestión keynesiana por la neoliberal dentro del mismo capitalismo. En el estado español el capitalismo pasó de una economia fascista centralizada a una apertura en los 60 para salir del estancamiento y a una democracia parlamentaria y de pacto social para conseguir imponer reconversiones salvajes contra la clase trabajadora. El futuro del capitalismo puede ser una mutación, seguramente a peor para las clases populares.
En el debate se trataron también las alternativas al capitalismo que no fueran el modelo soviético para los paises subdesarrollados. En este sentido las intervenciones giraron en torno a que tanto a nivel teórico como histórico se han desarrollado modelos que pueden ser aplicados. Historicamente se habló del movimiento de países no-alineados que aplicaban modelos de cogestión con la clase trabajadora. Asimismo se defendió el modelo de las colectivizaciones en la guerra civil española.